Situadas al Este de nuestra provincia, forman estas montañas una unidad independiente, de tal forma que se las conoce como Macizo del Mampodre, a pesar de no llevar este nombre ninguna de sus cimas. Este macizo único en la Cordillera Cantábrica fue elegido en 9º lugar entre las montañas más bonitas de León, y los montañeros que las votaron lo hicieron con el nombre genérico del macizo, manifestando su admiración pòr el conjunto y no por ninguna de sus cumbres.
Como se ha visto, los romanos utilizaban la amputación de las
manos como método de castigo contra Cántabros y Astures,
para que éstos no pudieran volver a coger la espada. En la leyenda
queda que estos bravos guerreros soportaron la cruel represión en
estos lugares, donde se conserva en la toponimia de las montañas
que hoy nos ocupan: ¿Mampodre = Manus putres, manos cortadas?. La
historia, la leyenda y el paisaje se aúnan para abrazarse en unas
montañas míticas, agrestes y hermosas.
A pesar de que el nombre genérico del macizo es conocido
y empleado desde antiguo, la
toponimia de las cumbres que lo forman difiere según los autores,
existiendo por un lado la que
deriva de los escritos del asturiano José Ramón Lueje,
y por otro la tomada directamente de los
habitantes de Maraña, Cofiñal y Acevedo, que es la empleada
en este artículo, y confirmada por los estudiosos de la Cordillera
Santiago Morán y Ramón Lozano en un libro a punto de publicar.
Las cumbres principales que conforman el macizo son 6. La más alta
la Peña La Cruz (2196m.), con su cima gemela conocida como La Uve
desde Maraña. Al SE la Peña El Convento(2156m.), tras el
que se esconde el Pico Cervunal(2173m.), también conocido por algunos
como Valcerrao. Cerrando el circo se sitúan la Peñas del
Mediodía (2181m.) y al final del mismo el Valjarto(2046m.). Al oeste
del Cervunal y fuera de la cresta que forma el circo glaciar del Mampodre,
se sitúa la hermosa Peña de La Polinosa (2160m.).
ASCENSIONES EN EL MACIZO:
- Peña La Cruz (2196m.): Es la mayor altura del macizo.
Su ascensión es una bonita excursión
partiendo de Maraña. Para ello se sigue al principio el arroyo
de la fuente de Maraña o de la
Fuentona, para meterse en un valle conocido como El Canalizo, para
salir al final a la amplia loma
que lo separa del Valle de Valverde y ganar la cima en unas 2 horas,
con un desnivel de 943 m.
Integral del macizo: Una bonita manera de conocer la totalidad del
Mampodre es la integral de sus cumbres principales en una jornada. Hay
que tener buena preparación física y dominar la andadura
por terreno escarpado y aéreo. En invierno puede presentar dificultades
importantes. Se puede comenzar el itinerario por el Este o por el Oeste.
Aquí se va a reseñar este último, partiendo de Maraña
y comenzando por la ascensión a la Peña La Cruz, ya indicada.
De la cima de La Cruz se cruza por las peñas del Convento al Collado
de Valverde y al Cervunal en unos 45 minutos. De esta cumbre se puede
girar al Oeste y ganar La Polinosa para volver al mismo punto en otros
45 minutos.
Del Cervunal se asciende al Mediodía (atención a la arista)
en 45 minutos más, siguiendo la arista hasta el Pico Valjarto en
40 minutos y descendiendo a Maraña en poco más de media hora.
En total son unas 5 horas y media a las que habrá que añadir
los descansos, para las 6 cumbres que conforman el circo del Mampodre.
- Ascensión con esquís de montaña a la Peña
La Polinosa: El esquí de montaña constituye una de las
actividades más atractivas para el invierno del Mampodre. De entre
todas las travesías que se pueden realizar, la ascensión
a la Peña La Polinosa es una de las más interesantes. La
Polinosa, que en verano es una fácil excursión, cambia su
fisonomía en invierno y ofrece unas condiciones magníficas
para el esquí. Uno de sus accesos parte de Maraña hacia el
Oeste, siguiendo el arroyo y el valle de Valverde, que va girando su orientación
hasta terminar caminando nétamente hacia el SE. Hacia la mitad del
valle se cruza hacia la derecha por un collado para ganar la amplia ladera
orientada al S-SO que nos lleva hasta la cima, al final por una fuerte
pendiente. El horario es de una 2 horas y media, aunque depende del estado
de la nieve. El descenso lo haremos por el mismo itinerario, con nieve
abundante generalmente todo el invierno. La pendiente, fuerte al principio,
se va suavizando progresivamente, y, si tenemos suerte, llegaremos esquiando
a Maraña. El tiempo de descenso variará según las
condiciones de la nieve y de nuestro nivel de esquí.
El desnivel es de 907 metros.
COMUNICACIONES: De León llegar a Boñar y seguir
por la carretera del Puerto de San Isidro, bordeando el pantano del Porma
hasta Puebla de Lillo. Una vez allí desviarse a la derecha por Cofiñal
al Puerto de las Señales y al Puerto de Tarna, donde se vuelve hacia
la derecha, sin entrar en Asturias, y se baja dejando a mano derecha el
hermoso valle de Riosol, pasando por La Uña, poco antes de llegar
a Acebedo tomar la carretera a mano derecha que en 4 km.lleva a Maraña..
En total son 94 km. desde León. También puede tomarse una
opción un poco más larga, pero que permite recorrer otros
paisajes, que es la que por el valle del Esla lleva a Riaño, carretera
del Pontón, Burón, Acebedo y Maraña. El recorrido
aumenta unos 15 km.
LA VEGETACION EN EL MACIZO DEL MAMPODRE (Miguel
de Godos)
A la hora de hablar de flora y vegetación en este macizo se
debe hacer referencia a su situación
biogeográfica. Enclavado en plena Cordillera Cantábrica
y en las proximidades de los Picos de
Europa, la flora y vegetación será, en líneas
generales, la de estos territorios calcáreos.
Bioclmáticamente, Mampodre se encuentra en la región
Eurosiberiana, provincia Orocantábrica,
participando de los pisos Montano y Subalpino, teniendo un potencial,
donde el suelo lo permite, de bosque en terrenos montanos y de matorral
en los subalpinos. No obstante, el territorio mampodrense se encuentra
modificado por la acción del hombre, que desde tiempo inmemorial
ha talado bosques y matorrales para transformarlos en cultivos y pastizales.
El bosque, del que aún se conserva algún retazo en la
parte basal, es un hayedo, donde el Haya
-Fagus sylvatica- se encuentra acompañada por acebos
-Ilex aquifolium-, abedules -Betula celtiberica-, serbal
de los cazadores -Sorbus aucuparia- y mostajo -Sorbus aria-.
Formando una orla entre los pastizales, prados de siega y los roquedos
se sitúa un matorral en el que dominan los piornos -Genista florida
subsp polygalliphylla y Genista obtusirramea-, acompañados
por las escobas, de menor porte -Cytisus scoparius y Cytisus
cantabricus- y por la urz blanca -Erica arborea-. La presencia
del piornal es señal de que el suelo conserva aún su potencialidad
forestal.
Cuando las laderas se hacen más empinadas, sobre un suelo muy
rocoso, se encuentran unos
matorrales pulviniformes, de escaso porte, regresión de los
bosques primitivos por tala y excesivo pastoreo. Están dominados
por las almohadillas de aulagas -Genista hispanica subsp occidentalis-,
siendo abundante la carrasquilla azul -Lithodora difusa-. En los
valles y cubetas, vestigios del intenso glaciarismo que esculpió
estas cumbres, y donde el suelo tiene profundidad, el pastizal, mantenido
por el pastoreo, alcanza una considerable altura. En los pastizales que
permanecen cubiertos de nieve durante gran parte del año, el verano
nos muestra la bella Armeria cantabrica, mientras que en las dolinas
húmedas y descarbonatadas aparecen los llamados cervunales de Nardus
stricta.
Ya en el piso subalpino, entre el roquedo, en lugares con algo de suelo
se instalan los enebrales
rastreros donde el enebro -Juniperus comunis subsp alpina- se
combina con la adelfilla -Daphne laureola-, la gayuba -Arctostaphylos
uva-ursi- y la sabina rastrera -Juniperus sabina-. Las zonas
cacuminales están cubiertas por un ralo pastizal, adaptado a las
duras condiciones ambientales, donde dominan las gramíneas -Festuca
burnatii y Festuca histrix- acompañadas de Saxifraga
conifera, Globularia repens y otras plantas de pequeño
porte.
En los paredones verticales tenemos las comunidades de Saxifraga
canaliculata, Poentilla nivalis, Silene acaulis, Dethawia
tenuifolia y en los desplomes la bella cariofilácea Petrocoptis
glaucifolia. Por último, en los pedregales formados por erosión
en la base de estos roquedos presentan, al abrigo de las piedras más
estables, algunas comunidades vegetales con Linaria filicaulis,
Arabis alpina var. cantabrica, Crepys pygmaea y Euphorbia
chamaebuxus.
Guias e información Bibliográfica:
- Las montañas de León. Ramón Lozano y Santiago
Morán
Ed. Everest
Si necesitas quien te enseñe a disfrutar de esta zona