En Física, cuando se emplea la palabra color, se hace únicamente de forma vaga o someramente descriptiva, pues físicamente lo que distingue una sensación de color de otra es la longitud de onda de la radiación luminosa que impresiona nuestro sentido de la vista, y si, como generalmente sucede, la radiación es compuesta, el ojo no puede analizar las distintas radiaciones o longitudes de onda que recibe y aprecia tan sólo el tinte o “color” resultante.
Color y sentido de la vista:
Lo que habitualmente denominamos luz es radiación electromagnética
cuya longitud de onda está comprendida entre 380 nm y 780 nm. Dichas
radiaciones son registrados por minúsculas células receptoras
( conos y bastoncillos) ubicadas en la retina del ojo. La misión
de ambas es captar la energía de las radiaciones que inciden en
ellas y trsansformarlas en impulsos eléctricos. Con tales impulsos
están formados los códigos que, a través del sistema
nervioso, son enviados al cerebro, donde tiene lugar la sensación
de color propiamente dicha. Como sensación experimentada por los
seres humanos y determinado animales, la percepción del color es
un proceso neurofisiológico muy complejo. Los métodos utilizados
actualmente para la especificación del color se encuadran en la
especialidad denominada colorimetría.
Colorimetría:
Es la ciencia del color. Permite establecer un sistema numérico
capaz de describir, dentro de los límites de nuestra percepción
visual, aquellos aspectos psicofísicos que atribuimos al color.
En toda radiación luminosa cabe distinguir dos aspectos: su
intensidad (cantidad de energía que llega a una determinada sección
por unidad de tiempo), y su cromaticidad. Este segundo aspecto viene determinado
por dos sensaciones que con nuestro ojo podemos apreciar como son tono
o matiz y pureza (o saturación) del color. Así, por ejemplo,
cuando se dice que una radiación es roja se refiere a su matiz (o
longitud de onda dominante), pero dentro del mismo tono o clase de color
se distingue entre un rojo subido o un rojo pálido por su distinta
pureza o saturación.
Es interesante diferenciar el color por emisión, por reflexión
o por transparencia. El color de la luz emitida por un cuerpo en la oscuridad
depende de la longitud de onda de la radiación que , a su vez, es
función de la temperatura. Un objeto que está a una temperatura
inferior a 500 ºC, nos da una radiación infrarroja, a partir
de dicha temperatura, la radiación impregna nuestra retina. Por
ejemplo, la superficie exterior del Sol está a unos 6000 K, temperatura
a la cuál un cuerpo emite radiación que denominamos amarilla.
Decimos que un objeto tiene un color cuando, con preferencia, refleja o transmite las radiaciones correspondientes a tal color. Por ejemplo, un cuerpo es rojo por reflexión o transparencia cuando absorbe en casi su totalidad, todas las radiaciones menos las rojas, las cuales refleja o se deja atravesar por ellas.
El color de los cuerpos no es una propiedad intrínseca de ellos, sino que va ligado a la naturaleza de la luz que reciben.
La luz blanca es una mezcla de radiaciones de longitudes de onda diferentes,
que se extienden desde la luz roja, que tiene la longitud de onda más
larga hasta la luz violeta, que tiene la longitud de onda más corta.
Para comprender lo anterior, observar los payasos siguientes: el primero de ellos se ve bajo una luz blanca, por lo tanto los colores del vestido del payaso reflejan sus propias tonalidades. Los siguientes payasos están iluminados con luces verde, azul oscura, amarilla y roja, respectivamente.
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Colores primarios:
El ojo humano no funciona como una máquina de análisis
espectral, y puede producirse la misma sensación de color con estímulos
físicos diferentes. Así, una mezcla de luces roja y verde
de intensidades apropiadas parece exactamente igual a una luz amarilla
espectral, aunque no contiene luz de las longitudes de onda asociadas al
amarillo. Puede reproducirse cualquier sensación de color mezclando
aditivamente diversas cantidades de rojo, azul y verde. Por eso se conocen
estos colores como colores aditivos primarios.
La mayoría de los colores que experimentamos normalmente son
mezclas de longitudes de onda que provienen de la absorción parcial
del la luz blanca. Los colores que absorben la luz de los colores aditivos
primarios se llaman colores sustractivos primarios. Son el magenta (que
absorbe el verde), el amarillo (que absorbe el azul) y el cyan (azul verdoso,
que absorbe el rojo).
En la figura se observa que allí donde el disco arroja una sombra sobre uno de los haces coloreados, sustrae un color primario de la mezcla. Donde sustrae el rojo, la sombra aparece de color cyan; donde sustrae el verde, la sombra aparece de color magenta, y donde sustrae el azul, la sombra es amarilla. Cuando sustrae los tres colores la sombra queda negra.
Los pigmentos son compuestos que absorben la luz de unos colores particulares
con especial eficiencia. Así, el tomate contiene un pigmento carotenoide
que absorbe la luz en la gama de longitudes de onda que va del violeta
al verde, y refleja las demás. La clorofila del pimiento lo absorbe
todo, excepto el verde, que refleja, y las antocianinas de la hortensia
lo absorben todo, excepto los azules y violetas. Conviene observar como
se verían, el tomate, el pimiento y la hortensia, iluminados con
una luz verdosa (cian), con luz verde amarillenta (amarillo) y con luz
rojo azulada (magenta).
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